jueves, 13 de junio de 2024

Escribiendo un diario creativo (segunda parte)

 

 Una pequeña bitácora con pegatinas 

Siguiendo con la historia sobre mi diario creativo, les contaré que ha sido una de las mejores cosas que he hecho en años, porque frente a el, se detiene el mundo un poco. Mientras trato de componer con recortes, sellos y pegatinas, mi mente se convierte en un sitio apacible donde olvidó incluso que llevo dos años viviendo en otro país. 
A veces como comenté en la primera parte, me asalta mucha inseguridad frente a la hoja en blanco, en este caso y a diferencia de mis cuadernos de dibujo, me cuestiono otras cosas: ¿estaré compartiendo demasiado mis pensamientos? ¿Se ve estético o divertido?, si, ese tipo de preguntas me hago.
De todas formas me agarro de mi bolígrafo y dejo caer en el papel mis letras, mis sueños, mis sentimientos. Me dejo ser, sin juzgamientos. 
Si llegaste aquí, te invito a escribir tu propia bitácora, adornar tu diario con una que otra frase. Hay tantas fuentes de inspiración en el campo del journaling y el scrapbooking que te pueden ayudar. 
Cada cuaderno es un mundo, una manifestación de lo que queremos exteriorizar. No te presiones ahí. Tu diario debe ser un sitio cómodo donde te sientas abrigada. 
Gracias por leer este post tan breve. 

                                                                         

 

viernes, 7 de junio de 2024

Escribiendo en un diario creativo


Mi muro en el estudio


Una página de mi diario creativo

Hace un par de meses comencé a escribir y decorar mi primer diario creativo. Ya antes había llevado diarios a modo de catarsis, para alivianar mi mente de tantos pensamientos, que no quería conversar con nadie, solo conmigo mismo. Este año gracias al consejo de una buena amiga ilustradora, me subí en el tren decorativo. Tenía en mis cajones todo lo que necesitaba, solo me faltaba algo, y eso era, constancia.
El primer paso era buscar una libreta que me gustara; sabía desde el primer momento que no sería una llena de dibujitos bonitos, de hecho en mi último viaje a Japón, quedé enamorada de toda la clase de libretas que existían. La gama era infinita, no solo en material, sino también en formato. Al final no compre ninguna. Es curioso, pero el amor por un objeto debe llegar súbitamente, pero en medio de tantas libretas, lo único que llego, fue demasiado agobio por exceso de información. Regrese a casa de aquel viaje y un día en una librería, me paré frente a las “agendas de abuelito”, esas simples por fuera y por dentro, ahí encontré lo que tanto había buscado.
Saque todas las pegatinas que había adquirido, papeles, goma y demás. Estaba preparada para desbordar mi creatividad, pero entendí, que ahí también existe el pánico de la hoja en blanco. 
Hasta aquí por hoy, otro día les sigo contando este viaje entre papeles y letras. 



 

martes, 24 de octubre de 2023

Cada día es un día distinto…

                                                        

Aunque la rutina diaria parezca siempre la misma, si me esfuerzo mentalmente entenderé que no lo es. Cada día es distinto aunque no parezca, porque cada día transcurre parecido pero no igual: los perritos que pasan por casa junto a sus paseadores, a veces están más tranquilos y otras veces no tanto; la señora que baja del bus en la estación a pocos metros de mi edificio, no siempre lleva la misma ropa, ni la misma expresión en su rostro; la tortilla de huevos revueltos, no me queda exactamente igual en el plato todas las mañanas; lo sé, son cosas casi imperceptibles, pero ahí están recordándome que cada mañana puede ser distinta e inolvidable.

Estas pocas líneas son para mi y para quien lea esta pequeña carta / post. Ahora mi tarde casi comienza y estoy entusiasmada por cocinar pasta con salmón. Feliz tarde y gracias por leer ❤️

lunes, 31 de julio de 2023

Vivir siempre ilusionada

Tengo una buena amiga en mi vida, nuestra amistad nació en el aula del colegio, somos muy parecidas y diferentes a la vez. Ya de aquellos años donde vestíamos falda color concho de vino han transcurrido muchas lunas, pero jamás nos hemos perdido de vista. Ella estuvo en mi matrimonio, mi única y más especial amiga de la adolescencia. Tenemos tantas anécdotas juntas, quizás una de las más graciosas fue cuando nos metimos a formar parte de una iglesia Bautista, hicimos amigos y nos largamos de retiro espiritual, todo iba bien, hasta que nos dijeron que teníamos que bautizarnos, cosa que jamás iba a suceder.

Ahí nos despedimos de la religión, y seguimos nuestras vidas, como dos personas que creen que para ser un buen ser humano, no se necesita ir todos los días a misa.  

La vida ha sido una montaña rusa para las dos, con altas, bajas, y vueltas con grito incluido. Creo que hemos aprendido mucho. Si tuviera que describirla, diría que es un hada de los libros, y yo amo esas hadas. Me encanta la gente que lee y disfruta de historias maravillosas, viaja y se enamora de personajes, lugares, y situaciones que se dan dentro de muchas páginas. 

Hace unos meses me dio uno de los consejos más hermosos que he recibido para poder hacer frente a la tristeza: “vive siempre ilusionada con algo”, ese algo es cosas que sueñas, que disfrutas, que amas. Desde aquel día soy una alocada ardilla que se ilusiona con el desayuno que le espera al día siguiente, con la visita a una papelería, con un viaje que se acerca, con la próxima clase de japonés en duolingo. He confeccionado un ramillete de pensamientos hermosos que sostengo en mi mano cuando me asalta la tristeza, la angustia; llevo esos hermosos pensamientos hasta mi corazón para sonreír, para seguir teniendo esperanza en que lo siguiente que traiga la marea será más bonito de lo que trajo ayer y lo que trajo hoy. 

Mi querida amigaaaa, gracias por tenerte en mi vida. Gracias por aquel día que te vi por primera vez y llevabas la maleta que usaban en “quinceañera” (tu y yo sabemos de qué hablo).

Esta carta es para ti 💛


jueves, 27 de julio de 2023

un nuevo comienzo

 Por qué un nuevo blog? Se preguntarán los que alguna vez leyeron el anterior. Otros pensarán: por qué un blog cuando hay plataformas más dinámicas y rentables. Es muy simple la respuesta a estas preguntas: me gusta más escribir que hacer videos.

Las letras siempre son más discretas, no invaden el espacio de ruido, no te obligan a usar audiófonos para aislarte. Por estas razones amo tanto las letras. No soy una escritora, solo soy una persona a la que le gusta compartir lo qué pasa por su alocada cabeza. Si llegaste hasta aquí porque también amas las letras, bienvenida. Espero que aquí encuentres cosas útiles para ti. Gracias por la visita.

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